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Ante esos planteamientos, el presidente electo, Otto Pérez Molina, prometió que tras la toma de posesión el 14 de enero venidero retomará los enunciados de aquel convenio con el cual concluyeron 36 años de conflicto armado interno.
El exgeneral Pérez Molina, participante directo en aquella guerra y uno de los firmantes como parte de la cúpula militar de entonces, se reunió con integrantes del Consejo Nacional para el Cumplimiento de los Acuerdos de Paz.
Con ellos convino en un relanzamiento de ese plan en 2012 con énfasis en los temas de seguridad, justicia y cambio climático.
Para el futuro jefe de Estado, los mayores rezagos se dan en los aspectos relacionados con la pobreza, la conflictividad agraria y el acceso a la justicia.
En tanto, dirigentes de agrupaciones sociales mencionaron los escasos motivos de celebración en esta fecha de aniversario, pues siguen vigentes varias de las causas del conflicto como discriminación y racismo.
Quienes conducen la Convergencia Nacional Maya WaqibÂKej, que la víspera efectuó una tradicional ceremonia de manera alternativa a las oficiales, se refirieron a rezagos en asuntos de identidad y derechos de los pueblos indígenas.
Un dirigente del Frente Popular, Camilo Martiano, en declaraciones a Prensa Latina, coincidió con esa valoración y condenó el irrespeto a la autodeterminación de las comunidades originarias, cuyos derechos siguen siendo violados, dijo. Durante esta década y media los indígenas solo han obtenido represión y más represión, prevaleciendo el carácter dominante neoliberal y con ello permanecen excluidos de cualquier oportunidad de expresión social, cultural, política y económica, entre otras.
Los neoliberales celebran 15 años de paz, el pueblo 15 años de recuerdos de paz, aseveró Martiano.
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